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Comparado con una barbacoa portátil de las que consigues en tiendas por departamento especializadas en actividades de ocio o de jardín, lógicamente una barbacoa de obra tiene un coste inicial superior
A diferencia de las barbacoas portátiles que muchas personas piensan comprar como primera opción -por su coste y porque se consiguen en tiendas por departamento-, asumir la inversión de una barbacoa de obra puede suponer grandes ventajas, si analizas concienzudamente.
Nadie niega las ventajas de tener una barbacoa en casa. Permiten amenizar con buena comida todos los eventos y celebraciones que se quieran realizar, sobre todo cuando se tienen un patio o terraza, así como también permiten de vez en cuando hacer una buena parrilla argentina -esa donde los cortes de primera calidad son la norma y donde las achuras son solo aperitivos-, por lo que su utilidad es de sobras conocida.
Ahora bien, a pesar de que muchas personas se decantan por una barbacoa portátil, metálica, son muchas las razones por las que debería considerar la posibilidad de comprar e instalar una barbacoa de obra. Algunas de esas razones resultarán determinantes al momento de evaluar su experiencia.
Sin lugar a dudas, todas las barbacoas portátiles no solo adolecen de la fragilidad y de la baja durabilidad conforme pasa el tiempo -son, desde luego, soluciones ocasionales- sino también de una capacidad muy limitada.
Cuando se busca realizar una parrilla sustanciosa, para mucha gente o se volverá un hábito de varios días cada mes, sale a cuenta buscar las mejores barbacoas de obra existentes en el mercado y analizar la propuesta de cada una de ellas.
En principio, porque tienen una capacidad mucho mayor, tanto del espacio para cocinar propio como todas las demás zonas que generan comodidad para hacer los cortes, preparar otras recetas, formando parte ya de un espacio propio para cocinar en exteriores.
La durabilidad de una barbacoa está en la calidad de sus materiales y en la frecuencia de uso. En el caso de una barbacoa de obra, gracias a que son construidas con piedra u hormigón, no importa la frecuencia de uso a la que las sometas, su durabilidad es muy elevada y se mantendrán funcionando de manera óptima durante décadas.
Instalar una barbacoa de obra en casa, en la terraza o el jardín, es instalar un área de cocina exterior que va a durar toda la vida.
Cuando se realiza una parrilla o un asado ocasional, de vez en mes, no importa mucho el acabado, porque la finalidad es divertirse y pasar un buen rato entre amigos y familia. Sin embargo, cuando las barbacoas y la comida asada forman parte de tu cultura y de tu vida, hacer barbacoas profesionales conviene y mucho, puesto que de ello dependerá la satisfacción y la alegría de todos los asistentes.
En esos casos, siempre será mejor tener una barbacoa de obra que con los ladrillos refractarios adecuados, la configuración de un tiro correcto -el área que permite la ventilación y circulación del humo-, las dimensiones necesarias de acuerdo a tus requerimientos, entre otras características, permita que puedas cocinar con el rigor que un profesional del asado exige.
Comparado con una barbacoa portátil de las que consigues en tiendas por departamento especializadas en actividades de ocio o de jardín, lógicamente una barbacoa de obra tiene un coste inicial superior.
A pesar de ello, tomando en cuenta que la capacidad puede ser de hasta 10 veces más, que la durabilidad se mide en décadas y que su instalación representa una revalorización de los espacios exteriores de tu hogar, las barbacoas de obra son una excelente inversión, más aún cuando miras al largo plazo y calculas el ahorro.
Hacer una buena parrilla argentina o un buen asado nunca cae mal. Siempre es buen momento para hacerlo. Aunque a muchas personas les pueda bastar con una barbacoa improvisada o portátil, para quienes valoran la calidad, para quienes necesitan de mayor capacidad, lo más recomendable siempre será revisar las ofertas en barbacoas de obra, tanto de hormigón como de ladrillo, con o sin chimenea, y escoger aquella que se adapte al diseño de su hogar, a las dimensiones del jardín o la terraza, a su presupuesto y a sus ganas de sacarle todo el provecho.
