Todos conocemos perfectamente qué es un vehículo nuevo, pero, a la hora de preguntar por un vehículo de km 0, no todo el mundo tiene claro qué son exactamente
Comprar un vehículo es una de las mayores inversiones que haremos a lo largo de la vida, así como una de las operaciones que más puede afectar a nuestra economía. A la hora de plantearnos la adquisición de un vehículo pueden surgir muchas dudas acerca del desembolso de dinero que vamos a afrontar, y siempre intentaremos conseguir el mejor precio y las mejores condiciones para tratar de disipar esas dudas y llevar a cabo la operación con seguridad.
Es aquí donde entra en juego una de las grandes preguntas que, a la hora de comprar un coche, alguna vez en la vida todos hemos hecho. ¿Debería decantarme por un vehículo nuevo o bien por un kilómetro 0? Es por eso que conviene conocer de primera mano qué ventajas e inconvenientes nos ofrecen los coches km 0 como los coches nuevos respectivamente, así como las diferencias que radican en cada uno de ellos.
Todos conocemos perfectamente qué es un vehículo nuevo, pero, a la hora de preguntar por un vehículo de km 0, no todo el mundo tiene claro qué son exactamente. Un coche de km 0 no es más que un vehículo matriculado por el propio concesionario, generalmente para completar su propia cuota de matriculaciones del mes, que posteriormente se pone a disposición del cliente con un precio ligeramente inferior al de un vehículo nuevo.
Por norma, todos estos vehículos están ya fabricados y vienen con unas características de serie, como el color de la pintura, el acabado interior, el nivel de equipamiento o la motorización. Será imposible modificar estos parámetros a nuestro gusto, por lo que en caso de no ser lo que buscamos, no podremos contar con él. A cambio, estos coches suelen tener rebajas en el precio que, en algunos casos, pueden superar el 20 % del presupuesto que obtendríamos para el mismo vehículo pedido a fábrica. Se considera, además, que un vehículo es kilómetro 0 siempre y cuando este no haya recorrido más de 100 kilómetros, momento en el cual pasa a ser un vehículo de ocasión.
En caso de comprar un coche nuevo, no hay dudas. El vehículo está a estrenar, podremos personalizar cualquier aspecto que queramos y elegir la motorización, color exterior, tapicería u opciones de equipamiento entre otros. Por supuesto, la primera matriculación será para el comprador en vez de para el concesionario. A cambio, el precio a pagar será, lógicamente, mayor. No tendrán prácticamente ningún kilómetro en el marcador, más allá de los que se le hayan realizado para aparcarlo en las rampas y subirlo y bajarlo del transporte.
Por último, cabe mencionar que una de las características que más diferencia a estos tipos de coche es que, mientras que para disponer de un coche nuevo deberemos esperar unos meses hasta que este ha sido fabricado y entregado al concesionario, en el caso de los coches de kilómetro 0 la disponibilidad es inmediata, por lo que no habrá que esperar si necesitamos el vehículo con urgencia.
Como ves, existen ciertas diferencias entre los coches nuevos y de km 0, al margen de que ambos son excelentes opciones sea cual sea nuestra necesidad. Debemos prestar atención a las características de estos últimos, preguntándonos si encajan dentro de lo que buscamos pues, en caso de ser así, pueden llegar a suponer un ahorro considerable con respecto a un vehículo nuevo.