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La población local auxilió a los jóvenes con provisiones y teléfonos móviles para que pudieran contactar con sus familias, pero también se vivieron momentos de tensión
Esta tarde las autoridades estatales han dejado marchar cerca de 300 migrantes de origen magrebí en Arguineguín, en Las Palmas, tal como han informado fuentes policiales, que también han añadido que han ocupado todo el muelle, que quedó colapsado ayer por la noche. Según las mismas fuentes, se dirigen hasta la misma localización cuatro embarcaciones más.
Los jóvenes se encontraban encerrados en el campamento improvisado que hay en el muelle, después que la notoria llegada de personas, especialmente durante los últimos días, haya colapsado la capacidad de acogida de esta infraestructura, que tiene carácter temporal.
La liberación de los inmigrantes, que han sido vistos por las calles del núcleo sin ningún tipo de medida de seguridad ni control, algo que ha generado la perplejidad de los vecinos, se justifica porque han transcurrido 72 horas desde que llegaron, siguiendo así con lo que expuso el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Además, todos ellos tienen las condiciones para no mantenerlos retenidos en el campamento.
Momentos críticos
En los momentos iniciales, llenos de confusión, los migrantes se concentraron buscando las pocas sombras del lugar, evitando así el calor. Además, nadie de ellos había ni bebido ni comido, pero afortunadamente los efectivos de Cruz Roja se personaron en la zona para ofrecerles provisiones. Además, algunos vecinos próximos también acudieron a su auxilio, proporcionando teléfonos móviles para que los muchachos pudieran contactar con sus familiares en sus países de origen. La otra cara de la moneda la mostró otro colectivo de vecinos, que increpó a los inmigrantes y los acusó de estar infectados de Covid-19. Finalmente, se trasladaron a los jóvenes hasta la Delegación del Gobierno en Las Palmas de Gran Canaria, a unos 70 kilómetros de distancia.
