A raíz de la pandemia del Covid-19 las personas han pasado más horas que nunca en sus domicilios. El confinamiento, primero, y el temor en contagiarse, después, han convertido las casas y los pisos en unos espacios de importancia capital durante este último año lleno de incertidumbres: se ha impuesto el teletrabajo, los conocimientos educativos también tuvieron su importancia telemática y las habitaciones y salones se han habilitado para ser más acogedores que nunca.
Ahora bien, los problemas y dolores de cabeza tradicionales, los que forman parte de la cotidianidad, no han desaparecido. De hecho, se han hecho más presentes que nunca, teniendo en cuenta la mayor presencia de las personas en sus hogares. Y uno de esos conflictos es un verdadero clásico: el atasco de las tuberías.
Para solucionarlo, existen algunos métodos tradicionales, que pueden ser de gran ayuda. Uno de ellos es el uso de bicarbonato y vinagre: en concreto, verter medio vaso de bicarbonato y, después, otro medio vaso de vinagre por el fregadero o el lavabo. Una vez haya actuado -unos 20 minutos-, el siguiente paso es tirar una olla de agua hirviendo por el mismo orificio, y repetir el proceso las veces que haga falta. Otro truco más ‘profesional’, por decirlo de algún modo, es proceder a la limpieza del sifón, unos elementos que traen rosca y que son muy fáciles de limpiar. La metodología, sin secreto: cerrar el agua del grifo y poner un cubo debajo del sifón; una vez se desenrosque, caerá toda el agua y la suciedad acumulada. Finalmente, si el atasco se ha producido en la ducha, los más valientes pueden recurrir a un alambre o a una percha fina, introducirla por el desagüe e intentar coger los pelos que se han colado.
Autor: Redacción