La búsqueda y comprobación de referencias laborales, todo un ámbito por explorar

Se analizan algunas de las claves que, desde las empresas se están poniendo en funcionamiento en el momento de selección de sus empleados. Aproximación al nuevo fenómeno de los llamados “Referall Pograms”.

¿Te has parado a pensar alguna vez en la importancia de tus referencias personales a la hora de preparar tu CV? Todo ello constituye un proceso, no exento de dificultades, en el que los responsables de recursos humanos de las empresas deberán afinar sus capacidades profesionales e intuitivas, con el objetivo de encontrar aquellos perfiles que mejor se adapten a las necesidades de la empresa. Se habla de esto en Modelocurriculum.net, donde se puede encontrar un análisis muy ilustrativo sobre las referencias personales de los candidatos a ocupar los puestos de trabajo.

Formación versus referencias

En un contexto marcado por el fenómeno de la “titulitis” y, razonablemente también por un marco económico y laboral altamente competitivo resulta evidente que la formación forma parte del ADN del sistema laboral actual, tanto de España como del resto de países europeos. Tener una formación indica preparación, pero también una serie de años de dedicación y esfuerzo que es valorado por los equipos de selección de candidatos y por ende, de las distintas compañías.

Sin embargo, ello no nos debería llevar a desdeñar las posibilidades que entraña el hecho de construir y consolidar unas buenas referencias profesionales y personales. No en vano, la experiencia de cada uno y el servicio que haya proporcionado en otro ámbito de trabajo es, sin duda, su mejor carta de presentación.

En la variedad está el gusto

Frente a la tradicional carta de recomendación en la cual la empresa anterior emite una referencia escrita del trabajador que abandona dicha empresa y que posteriormente se incorporará a otra distinta, existe una gran variedad de formas mediante las que estas recomendaciones pueden tener lugar. Podemos hacer referencia a algunos tips aquí y, conjuntamente con la referencia escrita encontramos, por ejemplo, la referencia personal verbal, que se obtiene, frente a la anterior, mediante una solicitud verbal o por vía telefónica. O incluso referencia familiar, que es aquella que emite un familiar en favor de otro cuando no existe posibilidad de obtener una recomendación por otras vías, lo cual no estará exento de una cierta subjetividad.

Fuera del ámbito estrictamente laboral, se pueden identificar las referencias personales para los bancos, muy comunes en aquellos casos en los que autónomos o pequeños empresarios necesitan obtener algún crédito o préstamo bancario, pero deben acreditar su solvencia ante la entidad bancaria. En estos casos, una referencia de un acreedor o de un cliente pueden ser muy útiles de cara a obtener la confianza del banco.

La verificación y el fenómeno del “Referall”

Si en ocasiones no resulta nada fácil para el candidato al puesto de trabajo obtener las recomendaciones deseadas, tampoco parece tarea sencilla la verificación de tales recomendaciones por los seleccionadores y responsables de recursos humanos. ¿Cómo se aseguran entonces dichos seleccionadores de que las recomendaciones serán verídicas? La respuesta es sencilla: deberán comprobar personalmente, ya sea de forma presencial, telefónica o a través de correo electrónico la veracidad de las recomendaciones, lo cual puede ayudar a obtener información adicional sobre el candidato.

Más allá de este proceso de verificación, hay que hacer referencia a la implicación de los trabajadores ya existentes en la empresa en los procesos de selección. En este sentido, el “Programa Referall” hace de los trabajadores auténticos “embajadores laborales” que asistirán a la empresa en la búsqueda de nuevas personas dispuestas a cubrir los puestos de trabajo disponibles, es decir, será el trabajador quien contacte con nuevos candidatos y los recomiende a la empresa. Al margen del papel fundamental que desempeñan los departamentos de recursos humanos, qué duda cabe de que, posiblemente hay pocas personas que conozcan mejor los puestos de trabajo que los propios trabajadores.

Autor: Redacción