Una de las cosas que siempre me ha sorprendido de Estados Unidos es esa movilidad diaria de muchos trabajadores. Recuerdo hace años una reunión comida en Nueva York donde uno de los comensales vino desde Washington. Venía 3 veces a la semana a su oficina en Manhattan. Cada vez iba y venía en tren. Comentaba que tardaba unas 3 horas.
En España esa sensación de movilidad es muy desconocida. No conozco a nadie que vaya y vuelva repetidamente, por ejemplo, de Barcelona a Madrid. Digo repetidamente en una semana como una forma de vida. De media son 2.30 horas por trayecto. En la Europa mediterránea no estamos para eso, aunque haces números con la irrupción de Ouigo, Iryo e incluso Avlo y son temas a valorar. Más si cabe con la subida espectacular de precios en hoteles de Madrid. Las posibilidades ahora son infinitas. Puedes estar en Madrid o viceversa a las 9.00 y volver hasta entrada la noche si es necesario.
Los tiempos que algunos sufrimos del puente aéreo a 300 euros ida y vuelta han desaparecido. En tarifas baratas puedes ir y volver por menos de 30 euros. Con máximas comodidades puedes ir y volver por 60-80 euros. En el caso de Iryo además con una comida bastante aceptable. Todo hay que decirlo.
Haciendo números, si necesitas dos noches y tres días de trabajo, tu presupuesto cambia mucho. Seis viajes semanales son 120 euros sin pretensiones o 180 con comodidades. El hotel que le vamos a decir. Un normal 4 estrellas por 150 hay días es un milagro. Dos noches suman ya 300 euros más los gastos de cenas y es tan hispano como copas. Las cifras son descaradamente claras.
Pero hay cosas que fallan de manera estrepitosa para cuadrar la ecuación. Por ejemplo, el servicio wifi. Un auténtico valor añadido para aquellos que consideran su tiempo de trayecto, una oficina sobre raíles. En lugares más raros hemos trabajado jajja. Aunque eso es otro tema.
Y como no, el trayecto en sí. Cinco horas diarias aún son muchas para mucha gente. Pero si lo piensan y el tren es un lugar de trabajo, al final uno puede salir a un tren de las 9.00 y volver en uno de las 17.00. ¿Cuántos de los lectores hacen horarios más amplios? Dormir cada día en casa, a veces no tiene precio.
Autor: Carles Enric / GN