Ayer fue el turno de Marta Pascal y Marta Rovira, y hoy el protagonismo ha sido para el expresident de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas. Todos tenían cita con el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, para declarar como imputados en la causa abierta contra los responsables del procés. Y como estaba previsto, no ha habido ninguna medida cautelar como sí sucedió con ‘los Jordis’, el exvicepresidente Junqueras y el exconseller de Interior, Joaquim Forn. Sin embargo, esta semana de comparecencias está sirviendo para dejar claro que el 1-O y la DUI fueron “actos simbólicos”, tal y como ha declarado hoy Mas en el TS.
Otro de los grandes alicientes de la semana era saber si la exdiputada de la CUP, Anna Gabriel, volvería de Suiza para declarar ante el Supremo. Finalmente, Gabriel ha decidido quedarse en el país helvético y huir de la justicia española. “Como no tendré un juicio justo en mi país, he buscado uno en el que pueda proteger mis derechos”, ha explicado Gabriel en el periódico suizo ‘Le Temps’. “Estoy siendo procesada por mi actividad política y la prensa del gobierno ya me ha condenado”, ha añadido la cupaire.
La no comparecencia de Anna Gabriel podría suponer la activación de la extradición por parte de la justicia española, una medida nada descartable en estos momentos. “Si me quedo aquí voy a intentar retomar la vía académica, voy a intentar trabajar e instalarme aquí. Si no puedo porque hay una orden de extradición, pediré asilo político”, ha confesado Gabriel. La exdiputada catalana no ha seguido los pasos de su compañera de la CUP, Mireia Boya, que sí acudió a declarar la semana pasada. Finalmente, Gabriel ha optado por hacer un Puigdemont y huir de la justicia. Y de paso, internacionalizar el procés.
Autor: Redacció