Tras meses de investigación, el magistrado Llarena ha concluido la fase de instrucción y ha decidido suspender de funciones a Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, y los otros cuatro procesados por rebelión que están en prisión: Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sánchez.
El juez del Tribunal Supremo, que ahora perderá la competencia sobre la causa, deja la puerta abierta a que los cargos y funciones públicas que correspondan a los procesados suspendidos puedan ser ejercidos -temporalmente- por otros integrantes de sus respectivos partidos políticos.
La resolución de Llarena, que responde a la aplicación del artículo 384 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, prevé la suspensión automática para ejercer cargo público de los procesados por rebelión sobre los que se haya decretado la prisión provisional. En este caso, los encarcelados y el expresident de la Generalitat de Cataluña. De los otros huidos de la justicia española, Toni Comín tiene un plazo antes de ser suspendido, y Meritxell Serret se libra porqué solo está procesada por malversación y desobediencia, no por rebelión.
A parte de la suspensión cautelar de los seis líderes del procés, hoy también hemos conocido que el exconseller de Interior, Joaquim Forn no saldrá de prisión. Además, Llarena ha rechazado incluir en esta causa a Neus Lloveras y a Miquel Buch. Tanto la alcaldesa de Vilanova i la Geltrú como el de Premiá de Mar habían sido investigados por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por una posible comisión de delitos de desobediencia, prevaricación y malversación.
A partir de ahora, los líderes independentistas procesados serán juzgados por el Tribunal Supremo. Aunque se desconocen las fechas, todo apunta que las comparecencias tendrán lugar a finales de año o inicios de 2019.
Autor: Redacción
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